Encuentros
Poéticas del duelo y la regeneración
El MADC abrió sus puertas en 1994. En Centroamérica, este periodo estuvo marcado por la firma de los acuerdos de paz y la democratización, que trajeron consigo consideraciones sobre cómo reconstruir el tejido social, velar por la justicia y proyectar el porvenir de la región. Tras tanta pérdida, el campo cultural jugó un papel preponderante en la imaginación del futuro, considerando los posibles aportes de la ciencia y las artes a la nueva causa. El Museo se consolidó entonces como un espacio de encuentro para diversxs actorxs culturales del territorio, quienes se enfrentaron a la interrogante de si la historia seguiría su curso destructivo o si la región lograría regenerarse. ¿Sería posible romper el ciclo de destrucción? ¿Existía aún espacio para la esperanza o alguna forma de utopía?
A tres décadas de aquel entonces, “Encuentros: poéticas del duelo y la regeneración” retoma este dilema y propone un acercamiento a partir de una selección intergeneracional de artistas de Centroamérica y el Caribe. En su esencia, el encuentro se refiere al acto de acercarnos a otrxs, ya sea de manera fortuita o intencional. La exposición invita a reflexionar sobre los pequeños pasos, físicos o simbólicos, que damos hacia lxs demás, incluso sin que seamos plenamente conscientes de ello; pasos que muestran nuestra vulnerabilidad y nos permiten comprendernos como seres emocional y corporalmente implicadxs en el mundo [1]. Nos sitúan en una escala íntima, donde la vida se aprecia de manera distinta a los paradigmas de las grandes utopías.
El proyecto comenzó con una investigación sobre las artistas que participaron en las primeras exhibiciones del Museo, cuyas piezas conforman su colección regional y que, en algunos casos, fueron desapareciendo del discurso expositivo del MADC. Si bien no se cuenta con suficiente información para explicar esa pérdida de visibilidad, las obras situadas en los márgenes del canon curatorial comparten entre sí un lenguaje de gran sutileza poética, reflejo del cuidado con el que las artistas vinculan imágenes y materiales, así como de la atención que ellas prestan a la oscuridad, al detalle y lo fugaz.
La muestra retoma algunas de estas obras mediante un diálogo con artistas más jóvenes, mostrando la vigencia histórica de las estéticas e interrogantes que las mismas plantearon en su momento. El conjunto de propuestas nos introduce en el “territorio de la existencia” [2]. Las piezas se inscriben en relatos personales que aluden a las relaciones entre humanos, otras especies y materiales, a través de los cuales emergen fragmentos de historias más amplias. Nos muestran que toda historia, por más monumental que sea, se vive en los cuerpos. Sus temas oscilan entre el duelo y la regeneración, el olvido y la memoria, la oscuridad y la luz, la realidad y el sueño, el aislamiento y el contacto. La exposición sugiere cinco conjuntos que comparten afinidades simbólicas: índice, umbral, ninfas, tramas y capullos, a la vez que cada obra abre ineludiblemente una fuga poética que escapa el discurso curatorial propuesto.
[1] Andrea Marcolongo, “Encuentro,” Cadena SER, 3 Sept. 2022
[2] Rosina Cazali, “Había una vez Centroamérica” (1996/1997), Certezas Vulnerables. Crónicas de los debates artísticos de Guatemala. 2017
Conjuntos simbólicos
Los símbolos son imágenes que trascienden su significado literal para conectar con algo más profundo en la psique humana. Operan como una puerta entre el consciente y el inconsciente que comunica intuiciones, experiencias afectivas y verdades universales. Son esenciales para el desarrollo psicológico al permitir que una persona reconozca y se reconcilie con aspectos ocultos de sí misma, en relación con un colectivo. Así:
“Índice” guarda una relación con la noción de conexión, memoria y prueba de existencia. Refiere a los rastros, fragmentos o elementos que permiten reconstruir historias o verdades ocultas, para regenerar un sentido de identidad.
“Umbral” alude a la transición y al espacio liminal entre dualidades como la vida y la muerte, el recuerdo y el olvido, y el futuro y el pasado, resaltando la belleza de la naturaleza cíclica y efímera de la vida. En este espacio intermedio, se revela tanto el límite como la posibilidad, invitando a reflexionar sobre el cambio.
“Ninfas” explora cómo percibimos la presencia y la identidad en un espacio de ensoñación, marcado por la oscuridad, lo etéreo y una deslumbrante luminosidad, en sintonía sensible con elementos fugaces y sutiles de la naturaleza.
“Tramas” utiliza el tejido como metáfora de paciencia, cuidado y una vulnerabilidad compartida como una condición de solidaridad. Reflexiona sobre la vida como un entramado de los actos creativos con el mantenimiento diario de los vínculos.
“Capullos” expresa el dilema entre el aislamiento y la búsqueda de conexión, invitando a una reflexión sobre la vulnerabilidad y la interconexión humana y con otras especies.
Sobre la colección de artes visuales MADC y el comienzo de la investigación para la exposición
La colección del MADC cuenta con más de 700 obras de artes visuales e incluye aproximadamente a 55 artistas de Centroamérica y el Caribe, sin tomar en cuenta a Costa Rica. En Centroamérica, las mujeres artistas y curadoras han desempeñado un papel crucial en el tejido de comunidades dedicadas a las artes contemporáneas. Sin embargo, dentro de la colección regional del MADC, cerca del 70% de lxs artistas son hombres, mientras que el 30% corresponde a mujeres. Muchas de las obras de artistas centroamericanxs en la colección se han adquirido a través de exposiciones individuales y colectivas en el Museo; por esta razón puede ser que temas, medios y estéticas fundamentales para artistas mujeres no hayan sido reconocidas por distintas miradas curatoriales, a pesar de su relevancia.
La colección del Museo enfrenta entonces el reto de abordar una desigualdad de género, entre otros vacíos; desafío señalado previamente por Marga Sequeira en su paso por el MADC. Por ello, la presente exposición busca ampliar el conocimiento sobre las piezas que componen la colección del Museo a través de sus márgenes y sobre la perspectiva centroamericana del mismo hilvanada a través del tiempo.
Agradecimientos
Además de los valiosos aportes del equipo MADC y de lxs personas artistas, a esta exposición también contribuyeron Gabriela Sáenz Shelby y Sofía Vindas Solano.