Los primeros 100 días

Ariel Arburola
Inauguración: 15 de setiembre
Del 15 de setiembre al 31 de octubre del 2020.
Sala 1.1
Los primeros 100 días

¿Dónde estaban cuando la pandemia del 2020 los encerró en sus casas? ¿Fueron días duros, suaves, temerosos, agotadores, anodinos? ¿Todas las anteriores?

A Ariel Arburola lo vi la última vez en febrero, pero parece que fue ayer, no casi cuatro meses atrás, como él mismo saca sus cuentas para su libro.

Estuvo allí siempre, en Instagram, mientras laboriosamente construía estas páginas.

Por suerte estuvo allí, para rememorar cada pequeño hito que ahora, en la acumulación, reconstruyen una línea de tiempo para la pandemia o, más bien, de lo que hemos visto de ella.

Estos hitos fueron memorables aprendizajes que no son menores: desinfectar los abarrotes con alcohol, lidiar con la intensidad del teletrabajo y una conferencia diaria con el Ministerio de Salud, manejar los afectos y odios por vías virtuales. Aprender a recordar Área City con afecto y dejar de lamernos las heridas por no poder salir a bailar como antes.

Pero, sobre todo, Ariel generosamente nos ilustra sobre cómo dominar la ciencia de estar con uno mismo en la incertidumbre y sin descanso. En sus dibujos, hay graciosos retratos de esta íntima convivencia, la más difícil de todas —incluso lidiando con un virus impredecible.

Es por esta intimidad que sé que los primeros cien días para Ariel fueron dulces, llenos de nostalgia, y también fueron una horrenda pesadilla: llenos de miedos y ansiedad. Fueron, por dicha, días de paciencia y #autocuido.

Días iluminados porque salieron grandes series de tele, buenos videojuegos y hubo buenas noticias. Días oscuros, porque estuvimos allí para verlos y, gracias a Ariel, para revivirlos para siempre.

 

Natalia Díaz

Periodista / Escritora / Fans

 

 

En los primeros días de marzo terminaba, sin que lo supiéramos, una época. Entrábamos de puntillas, como tanteando agua fría, a esta otra que nombraremos con palabras precisas solamente cuando podamos mirarla con distancia.

Con el inicio de la cuarentena, Ariel hizo un dibujo acompañado de un texto breve y lo subió a su cuenta de Instagram. Al día siguiente, otro; y así repitió. Sin saberlo, estaba aliviando con dosis diarias de humor no sólo su incertidumbre sino también la de su tribu. Pronto entendió que lo que había iniciado como un gesto accesorio, incidental, era recibido con otro valor, uno casi de necesidad, por su audiencia. Como quien buscando una cosa encuentra otra, una mejor, Ariel quiso hacer un par de ilustraciones y terminó componiendo una especie de himno generacional.

Los primeros cien días es una muestra del humor acrobático Ariel Arburola: una mirada amplificadora que encuentra, en la brevedad del microuniverso personal, el lenguaje de toda su comunidad.

El escritor francés Georges Duhamel decía que el humor es la cortesía de la desesperanza. En medio de una realidad abrumadora, Los primeros cien días funciona como antídoto perfecto contra toda solemnidad, sentimentalismo y melodrama. La risa como el combustible indispensable para completar cada giro del planeta sobre sí mismo.

 

Luis Chaves

Zapote, 21 de julio de 2020